El poeta del pueblo

Soy nueva en cuanto a escribir en blogs se refiere, por eso todavía estoy perfilando los temas y cómo hacerlo más interesante para vosotros. Me ha parecido una buena idea dedicar un día de la semana a algún personaje cultural sobre el que merezca la pena escribir. Inmediatamente, se me vino a la cabeza varios nombres de actores y directores, ya que soy una fanática de las series y el cine, pero esta semana son los globos de oro así que lo reservaré para el próximo lunes. La figura que he elegido para esta semana es Miguel Hernández (1910-1942)

Cuando he empezado a escribir sobre él, me he dado cuenta de que ha sido un personaje secundario durante toda mi vida, un narrador omnisciente que todo lo ve. He visto su libro El rayo que no cesa, en la estantería de mi salón desde que tengo uso de razón. Ademas, fue uno de los libros que elegí para acompañarme en mi aventura universitaria. Curiosamente, en mi asignatura de teatro en el instituto, su elegía a Ramón Sijé fue la escogida para recitar en clase, la que para mi, es su obra maestra.

Lo que más me gusta de su obra son sus títulos como La cebolla, Las manos o El sudor que denotan la humildad de donde proviene, una vida llena de penurias y una capacidad de expresión excepcional. Integrante de la generación del 36, fue un revolucionario durante la guerra civil, lo que le supuso su encarcelamiento.

Nacido en Orihuela, también destacó como dramaturgo, entre sus obras se encuentran: Pastor de la muerte o Teatro en la guerra. Escribió hasta su muerte en la cárcel, en algunos momentos lo hizo incluso en papel higiénico debido a la falta de recursos, donde la tuberculosis acabo con el. Con todo esto, os insto a descubrir su obra y disfrutarla.

Portada de el libro Rayo que no cesa de Miguel Hernandez/Mari Carmen Fernández